Por: Claudia Cortés / Foto: Efegepho
Antes de cerrar el 2022, enamorados y con la ilusión de compartir una vida juntos, Paulina González Medina y Luis Nieto Aboytes, unieron sus vidas para siempre en la internacional ciudad de San Miguel de Allende; el corazón de México.
Tras conocerse en la Huasteca Potosina y dos años después de haber sido presentados por amigos en común, la feliz pareja decidió sellar su amor con el sacramento del matrimonio. Fue en un viaje a Oaxaca que Luis decidió sorprender con mariachi, typpe y un picnic rodeado de velas a Paulina, para pedirle que fuera su esposa.
En noviembre de este año, acompañados de sus amigos, seres queridos y la familia de ambos, los ahora esposos unieron sus vidas en la capilla de una exclusiva hacienda en San Miguel de Allende, a la que asistieron más de 400 invitados como testigos de su enlace.
Como parte de la ceremonia religiosa, Luis Gerardo y Mariana fueron sus padrinos de velación; la biblia y el rosario fueron entregados por Daniela y Pablo, mientras que el ramo quedó a elección de Karla. Las arras las obsequiaron Iliana y Bárbara. Mientras que Bárbara y Víctor, con especial cariño llevaron los anillos de los novios. Finalmente fueron Mónica y John, quienes los unieron mediante el lazo.
Tras darse el sí, con gran felicidad y emoción Paulina y Luis fueron recibidos en el jardín de la Hacienda para degustar junto a sus invitados un exquisito banquete, el cual fue elaborado por una amiga de la familia; la gran Rita, quien consintió a los invitados con bebidas y destilados especiales, tablas de quesos y carnes frías; won ton de queso de cabra con mole y plátano macho; short rib y salmón en costra de semillas. Como postre se dio mostachón y pastel de conejito.
El emotivo momento de su boda llegó cuando los recién casados bailaron “I want to know what love is” como vals, después la novia bailó con su orgulloso papá al compás de “Amor de Amores” de Natalia Lafourcade, mientras que el novio eligió “Babe” para bailar con su guapa mamá y enseguida “Tú de qué vas” de Franco de Vita, con su querida abuela.
En la recta final de la inolvidable fiesta, Luis dirigió unas palabras a sus invitados: “gracias por estar aquí, por bailar, disfrutar y acompañarnos este día”.
Al concluir la velada, el feliz matrimonio dio a conocer que su luna de miel sería un viaje a Australia y Nueva Zelanda, debido a que a Paulina le encanta la naturaleza mientras que a Luis las ciudades, ¡enhorabuena!